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  FENOMENOLOGIA
Silo   LA REVOLUCIÓN Y EL 15M

Este análisis lo haremos de una manera diferente a la habitual... no se trata de discutir aquí sobre si es necesaria o no la revolución, y tan solo incidentalmente hablaremos de qué entendemos por revolución. Aquí lo que intentamos pesquisar es si el 15M es en sí revolucionario y, en caso afirmativo, de qué manera lo es.

Si en el primer y segundo escrito tomábamos prestados tópicos del método fenomenológico y de la sicología descriptiva, en este tercer lo haremos, apelando mayoritariamente, a la teoría de las generaciones y solamente en último lugar trabajaremos con la fenomenología. De las diferentes generaciones que participan en el 15-M nos interesa saber con precisión lo que cada generación cree que son las cosas, y no tanto definir realmente cómo son las cosas. Vamos al tema.

La mayoría de integrantes que se movilizan en la plaza Tahir, en Egipto, tienen entre 16 y 25 años. A diferencia, por ejemplo, de los que se movilizaron en su momento en la puerta del sol, que mayoritariamente andan entre los 25 y los 38 años, año arriba, año abajo. Tomados los números amplios, a grosso modo, esas son las dos generaciones que están definiendo la situación, en todo el planeta. Es verdad que participan en menor cantidad generaciones que llegan hasta los 50-52 años y hasta los 68 años, respectivamente. Y aunque con influencia, no es lo más significativo.

Aquí, lo primero que nos llama la atención, es el contraste entre los chilenos o los egipcios, representantes de la generación joven (16-25) y los europeos en general (25-38).

Los primeros, directamente, son revolucionarios. No paran hasta tirar presidentes, y si se sienten engañados, vuelven a salir contra militares y lo que sea. Mientras que los segundos, en su salida, simplemente peleaban por su puesto de trabajo, por su inserción dentro del sistema, mayoritariamente. Se podrá argumentar contra esto, que las cosas han ido cambiando, que van aprendiendo.

A grosso modo, diremos que la generación "25-38", es una generación que no cree en que el sistema se pueda cambiar... Internamente, sin embargo, tienen la creencia de que uno, personalmente, es puro cambio. Es una generación tremendamente fatalista... lo que le convierte en una generación descriptiva. Digamos que su "fuerte" es describir el "cómo son las cosas". En contraste, la generación joven, (16-25), tiene la creencia de que el sistema es como un vídeo-juego... cambiable en cualquier momento y de 1.000 maneras diferentes. Tienen en común una cosa muy simpática, las dos... Tienen una misma perspectiva de la vida, una misma sensibilidad... perciben el mundo como una globalidad, saben perfectamente que cualquier cambio que se produzca en cualquier parte del globo, termina afectándoles a todos.

Y para explicar la paradoja de que en Sol (España, digo) esa generación esté haciendo acá los cambios necesarios pese a su mortal pesimismo, es simplemente por el hecho de que cuando el mundo ha cambiado (lo cambian los egipcios y chilenos), acá simplemente se constata el hecho, y se ubican de cara a la nueva realidad... cambiando lo que sea necesario para adecuarse a esto.

Y como resulta que la mayor parte del planeta tiene menos de 30 años... ya entendemos lo que está pasando acá en Europa. Se está haciendo una revolución "a remolque" de lo que ocurren en los países árabes.

Hay otra diferencia más... que se verifica en cómo los "abuelos" árabes (de 50 para arriba) apoyan a sus nietos... Acá los "abuelos" no son tales... acá los "abuelos" en realidad son más bien "padres". Se comportan como tales... se dedican a decirle a los "niños" (en realidad hombres ya hechos y derechos 25-38) cómo hay que hacer las cosas, cómo se hace la revolución... al fin y al cabo, fueron los protagonistas del cambio del franquismo a la democracia (eso creen... hay mucho que discutir sobre eso... tal vez en otro momento)... y esa generación, 25-38, simplemente los tolera... porque no les creen ni lo que rezan por las noches. En realidad, están hasta las narices de ellos... Se podría hablar más despacio esto, insisto, pero no es el momento.

¿Y cómo se llevan esas dos generaciones entre sí... la de 25-38 con la de 16-25?. Simplemente, no se hablan mucho... La más joven coge las descripciones de la realidad que hace la mayor, y se pone en marcha... la mayor copia... pero hablarse, lo que se dice hablarse, poco. Digamos que la mayor se dedica a espantar a la más joven como a las moscas...

La diferencia radical entre una y otra, es que la mayor es solipsista... vive en lo profundo de sí misma... observándolo todo. La menor es "interconectada". Interconectados entre ellos, e interconectados con el mundo... sin por eso perder la sensación de sí mismos. Y la más joven expresa esto de una manera que repugna seriamente a la mayor... tienen una mística y una religiosidad. Creen en el sentido trascendente de la vida, vaya... es para ella algo evidente. Así como es evidente a la de 25-38 casi lo contrario... la vida poco sentido tiene, para esa generación. ¡¡¡Alucinante!!!. ¿No quedábamos en los últimos años en que dios había muerto, y si no había muerto había que matarlo...?. ¡¡¡Menudo susto!!!.

¡¡Tremenda la cosa!!. Dos generaciones tan diferentes entre sí... generando un mismo proceso, con una misma sensibilidad... y sin embargo tan distintas... realmente tremendo.

Y hay excepciones a todo esto, muchas excepciones... pero así viven la cosa.

Así que no faltaremos a la verdad si decimos que estamos viviendo una revolución que trabaja desde una profunda (aunque difusa) espiritualidad. Y que como rasgo distintivo de esa espiritualidad brilla con la no-violencia... (porque forzoso es reconocerlo... el no-violento asume un riesgo en última instancia... que es el riesgo de que le maten... así que el no-violento, para poder serlo, apela a esa espiritualidad...).

Entonces se entenderá que hablemos del fenómeno 15-M como un fenómeno generacional . Ahora nos toca hablar de otro rasgo particular... nos toca hablar de su "horizontalidad". De porqué se organizan en asambleas, de cómo es que no son capaces de asumir "verticalidades".

Fijémonos en eso, porque estamos ante un invento español, español y anarquista. (Se dirá que comunistas y demás también lo hacen... pero el hecho es que han sido los ácratas los que han "dotado" al 15-M de semejante manera de organizarse...).

Resumiéndolo muy mucho, diremos que en lo horizontal se encuentra la línea del horizonte... se encuentra la perspectiva y el punto en que confluyen las líneas puestas en perspectiva. El ser humano percibe así, en perspectiva... porque allá en el futuro, está su muerte, está su finitud... mientras que en la cosa vertical, en el hacia arriba está el "infinito" y en el hacia abajo está el suelo firme... que contiene, que limita, que aprisiona... pero que no por eso se acaba..

Es decir... que la generación de los 25-38 hace lo único que puede hacer ahí para ser fiel a sí misma... se limita en la horizontalidad. Y se organiza de acuerdo a eso... ya tenemos intuído (porque desarrollos mayores en pocas líneas no dan para más) el para qué del asamblearismo.

Por último, nos falta entender cómo es que ese asamblearismo se reproduce en apertura hacia los barrios y se interconecta internacionalmente... El primer caso, es un solipsismo... me organizo en mi propia asamblea... El segundo, típico de la interconexión, es más bien invento de la generación más joven... aunque las personas que han formalizado tal interconexión, sean de la generación de "padres", de 39 en adelante... hasta sesentones. ¡Es el apoyo de los abuelitos de acá a los nietecitos de allá...!!!. Tremendamente simpático el fenómeno... Es la generación, acá, que se abrió a Europa, la del mercado común... Es la generación que ahora conecta Sol, en un esfuerzo, con el resto del mundo. (y a cambio, los "hijos" de acá, si pueden, los muelen a palos... como debe ser... del papá ni la hora :) ).

Hay que hacer un esfuerzo para que las generaciones se entiendan... hay que hacer entender que la espiritualidad en su radicalidad, no es más que el esfuerzo que hacen algunos seres humanos por no morirse... por vivir eternamente... unos hablarán de hacerlo "en manos de dios". Otros, hablarán de un nirvana sin dios... otros, mientras reniegan de todo, intentan superar sus límites físicos y sobre todo, mentales... hay que hacer un esfuerzo para entender la espiritualidad, incluso desde el ateísmo... porque no se está diciendo que los más jóvenes crean en dios, precisamente no es eso... aunque haya de todo, como en botica. ¡Si Fidel Castro es el primero en hablar de una mística revolucionaria...!. Y creo que Elder Cámara, Monseñor Elder Cámara, nunca fué sospechoso de complicidad con el sistema, precisamente... Para acabar este texto, me gustaría sacar esta cita de Silo, en "Cartas a mis amigos" "...revolución implica la apropiación de la banca de tal manera que ésta cumpla con prestar su servicio sin percibir a cambio intereses que de por sí, son usurarios. Si en la constitución de una empresa el capital percibe ganancias y el trabajador salario o sueldo, si en la empresa la gestión y decisión están en manos del capital, la revolución implica que la ganancia se reinvierta, se diversifique o se utilice en la creación de nuevas fuentes de trabajo y que la gestión y decisión sean compartidas por el trabajo y el capital. Si las regiones o provincias de un país están atadas a la decisión central, la revolución implica la desestructuración de ese poder de manera que las entidades regionales conformen una república federativa y que el poder de esas regiones sea igualmente descentralizado a favor de la base comunal desde donde habrá de partir toda representatividad electoral. Si la salud y la educación son tratadas de modo desigual para los habitantes de un país, la revolución implica educación y salud gratuita para todos, porque en definitiva esos son los dos valores máximos de la revolución y ellos deberán reemplazar el paradigma de la sociedad actual dado por la riqueza y el poder. "

 
       
       
 
     
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